martes, 7 de mayo de 2013


¿Cómo llegue? en cuestión de condiciones lo sé todo, hablando de medios: es inexplicable, solo sé que el mundo decidió girar a mayor velocidad y mi desintegración fue inevitable.


-No me vuelvas a llamar, no me busques. Desaparece. Dale el gusto a mis ojos de no verte más. No te vayas, no me dejes.  Quédate aquí, conmigo. No digas nada si no tienes nada que decir ¿me quieres, porque estas tan seria?

*Te quiero, pero no quiero decir nada que no quieras oír, ni nada que no quiera decir.

- ¿me extrañas? ¿Quieres que vuelva?

*Si, pero es mejor que te quedes justo donde estas. No se cuánto tiempo más quede. Y va siendo hora de partir.

- No puedes irte, tu lugar es aquí conmigo,  a mi lado.

* No puedo quedarme mucho y lo sabes. Tú terrenal y yo etérea. Siempre lo supiste. Nunca te engañe.

- Lo hiciste, me prometiste que te quedarías.

* Y después te fuiste, no puedo quedarme contigo si no estás, Además necesito volar, mis plumas están cayendo, extrañan el cielo.

- No me fui, tu no supiste esperarme, solo era cuestión  de que esperaras un poco más, de que tuvieras paciencia. De saber que aunque me fuera, siempre volvería, a mi hogar, contigo.

*Pero mis plumas, la veo caer y me duele.

-No debería, no las necesitas,  conmigo no conocerás el sufrimiento.

*Pero tampoco reconozco el gozo. Se confunden uno con el otro. Tu rostro es el de ambos.

- No digas nada. Me duelen tus palabras.


-Di algo, me lastima tu silencio…


-Ya. No sigas. No digas, no calles. No vueles. No te aterrices. Nunca me escuchas. Haces lo que quieres. Nunca piensas en mí.

*Me confundes.

-No te esfuerzas, no  entiendes que una mujer de polvo, no necesita respirar.

*Y una mujer de aire  ¿Qué necesita?

-A mí.