jueves, 16 de junio de 2011

Esa Daniela...

Tengo ganas de escribir tantas como las de comerme un mango...
Tengo además una buena y una mala, la primera: en el refri hay mangos... la segunda: no tengo nada que decir.
Es extraño las Danielas como yo, mujeres de medios labios siempre tenemos alguna palabra que se escapa de la boca como mil mariposas enanas.
Se fueron poco, murieron sin agonía esas mariposas enanas que volaban de mi boca con ese rico sabor a mango.
Me extraño a mi misma. También me he hartado de estar conmigo. Me gusto, me desespero.
me abandono y regocijo.
Esa Daniela que no tiene nada que decir, debería buscar palabras bajo la almohada junto a la cama.
Esa Daniela sin sabor a mango, sin mariposas enanas. Debería buscar ser algo mas que una Daniela nada mas
.